De ti, de tus palabras
De tu tiempo que es mío
cuando sale el sol por la mañana:
no se olvida mi alma.
Y camino en las tardes
bañadas por los rayos del ocaso que llega
recordando tu acento
Y la sonrisa leve
que me das al mirarme,
con tu boca torcida
susurrando te quieros
que quieres que no escuche
pero que lo adivine
como cálido juego.
Y entonces mientras sueño,
Aparece tu estampa sorprendiendo mis
horas
para darme los besos que faltaron,
para cerrar mi noche
con gozos que no acaban
Y esperar otra vez
Con alegría de niña
el sol que saldrá por la mañana....