No soy un amanecer
Tampoco un sabio poeta
No soy un acertijo
Ni un misterio
No tengo dotes para amar
Tampoco cosas que iluminar
No soy un momento
Ni siquiera un segundo
Solo soy la sombra
Que te cubre del sol
Soy el sonido dormido
De tu voz en algún momento
También soy un punto
Que separó un día junto a ti
Tambien soy la blanca hoja
En cual escribiste tu carta de amor
Pero estoy aquí
Como el suelo que pisas
O como el aire que respiras
Y luego dejas
Soy ese aire
Que ya no es aire
Pero que aún sigue ahí
Amandote en la eternidad
De un sueño.