Cuando lleva vestimenta
la imaginación inventa los mundos que dormitan a escondidas
Como en la ciudad
en cada animal es ausente la noción que tenemos de la astrofísica
Pero la noche inicia su desnudez
astros de infinitas constelaciones
hacen de ella abrumadores sortilegios
Sus rodillas provocan
su ombligo se torna impúdico
toda ella
orquestal fantasía
Sus empinados botones
como dos esmeraldas advierten la fiesta de caricias
Sus hombros desnudan pasiones
la contemplación es más intensa
un volcán lujurioso se derrama
Voy a lo más hondo de ese ser
allí donde me sostiene su locura
libre de vestimenta
libre
libre