Leo.
Leo y leo.
Entre líneas
creo ver lo que no veo.
Oigo con claridad el silencio,
un silencio que grita
\"mira cómo callo, mira\".
A veces sólo quiero que llegue la noche
para que me alcance el sueño
y con él la muerte,
esa muerte reversible
que hace el silencio en la mente.
Llega el día y leo.
Leo y leo
montones de palabras que no dicen nada
Pero yo las recojo
Las ordeno cuidadosamente a mi antojo
y entonces me hablan.
Quiero creer que dicen
lo que no dicen,
que dan lo que no dan,
quiero creer que me llaman.
Sé que me volverán loca pero sigo leyendo,
no quiero vivir sin ellas.
Por eso llega la noche y leo.
Leo y leo...
No quiero morir leyendo, ¡no quiero!
Entonces la que habla dice:
\"Hora de dormir\"
y me dejo llevar al limbo a rastras,
en el nimbo de mis sábanas blancas.
Leer, leer...
No puedo dormir...