Hoy a las doce y cuarto volé hasta ti
Corríamos de la mano, por campos de la niñez
El viento acariciaba nuestros rostros infantiles
Reíamos y gozábamos cuando cansados de correr
Nos tirábamos, dando volteretas, por el prado verde lleno de flores
Una mariquita se posó en mis manos
Tu quisiste tenerla en las tuyas
Quise ponerla en ellas pero, se echó a volar…
Y yo desperté, tú no estabas…
Fuiste solo un sueño