Tu sonrisa perfectamente dibujada,
me sabe a un ocaso en cielos extranjeros
y quedo deseando sentir en tu boca
los cafetales de los valles vecinos,
que son tuyos y son míos,
café es la dulzura de tu mirada,
como bálsamo a mis experiencias erradas.
Caminas entre los comunes,
pero semblante de semidiós tienes,
agradable experiencia es mirarte,
porque llevas la pasión del sol
y robaste la luz de los ojos de la luna.
Aunque errante es mi vida,
me siento como viento de frente,
que feliz pasa bajo tus alas
y te da el necesario sustento,
para agradar al cielo con tu mirada.
Mírame, por favor,
que paso sobre tu pecho,
en agradable vuelo rasante,
mírame, y si lo haces,
aterrizo en la pista de tus labios,
para tus ojos extranjeros ver
y sentir en tu boca los cafetales,
cafés como la dulzura de tu mirada,
ese bálsamo a mis experiencias erradas.