He sido poeta, novelista y prosista, por ti
He decidido ser aventurero y misionero por los dos
Sin embargo, no he sabido ser guerrero de mis miedos, ni luchador de mis tormentos.
Deduzco que mis recuerdos endemoniados, siguen ahí aunque yo diga lo contrario,
Deduzco que quizás no he sabido sacar la espada, cuando me decías que era el momento.
Puede que ni siquiera haya sabido interpretar que tus enfados han sido causados por mi pasado,
O que los meses más banales han estado cargados de problemáticas por mi alma desgastada.
No es que no sepa, ni conozca mis tormentos,
Es que no soy valiente si no me das la mano,
No es que no quiera luchar frente a mis pesadillas diurnas,
Es que todavía no estoy preparado para ser un templario de mis decisiones.
Me revuelve y me duele el interior cuando mis rencores destrozan las finas capas de felicidad.
Precisamente, cuando acaban destrozando también la utopía que hemos montado en una anarquía descontrolada.
Sencillamente me duele, cuando veo que mis pensamientos angustiados rompen la presa de las niñas, en tus ojos.
Me he negado tantas veces a afrontar mis verdades, que ahora desconozco cuáles son mentiras
Me he mentido a mí mismo por no ser consecuente, que ahora miento al prójimo por no saber entenderme:
Miento pero no de palabra
Miento pero no de principios
Miento porque mis acciones actúan inevitablemente rompiendo las cadenas de mis verdades.
A pesar de todo, estás tú
A pesar de todo sé que tú me has sabido entender
Lo sé porque fuiste mi luna encontrada en el jardín de la esperanza,
Aún no sé cómo diablos caíste ahí, pero lo hiciste de la mejor de las maneras.
-Basilio García Caballero-