Federico Joel

Dádiva de la noche

Soñé con vos.
Soñé con el ayer.
Soñé que regresaba a ti,
y te besaba, sin palabras...
...solo te besaba. Y luego, volvía a marchar.

Soñé lo que no pudo ser. Porque en realidad,
me fuí, lo recuerdo, Me fui...
sin besarte, sin dejar de pensarte.
Pero me fui.

Y te dejé plantada;
Esperando en la estación,
Y marché, pensando en que habría de encontrarte otra vez.

Luego escuché hablar
A las malas lenguas,
Diciendo que por mi enfermaste,
Que ahora necesitabas un corazón.

Yo habría de darte el mio,
Pero fue tarde mi llegada
Y el seol te alcanzó.
Intenté con llantos...

...Y mucha impaciencia,
Llegar a tiempo al hospital,
Me esforcé y corrí... Pero no te encontrabas ya.

Solo el mío era compatible,
Pues éramos tal para cual...
Y la culpa me invade hoy,
Ya que no te pude salvar.

Y entonces viene el recuerdo,
De el día anterior a tu fallecimiento,
Donde me decías \"Yo te espero\",
Mas me fui lejos, para no volver...

Y te dejé en esa estación,
Creyendo que había tiempo,
Pero éste se escapó, y no hay venganza que lo alcance.

Le pido a los relojes
Una oportunidad mas,
Les digo \"quiero verla, ¡vuelvan las horas atrás!\"...
Pero en el fondo se, que no van a contestar.

Sin embargo la noche, 
En todo su esplendor,
Me brindó su tiempo
Para despedirme de ti.

-Perdóname amor, no pude salvarte...
Y de tanto que esperaste,
Al patio de los callados
Tú marchaste.