Ermanue1

La ventana

         I

 

Miro a través del cristal

de la enrejada ventana

que encierra mi libertad

en la noche. Voy al patio

cada día por la tarde

y cada mañana, donde

mis pies sin parar

dan vueltas constantemente,

sin un segundo quitar

la imagen tuya en mi mente.

 

Me duermo pensando en ti

soñando con tus recuerdos,

en los besos que te di y

en los que ahora no tengo.

Me despierta el compañero

que paga pena a mi lado

cuando oye al funcionario

que con la llave ha tocado.

 

Bajamos a desayunar

como corderos en fila.

de nuevo vuelta a empezar...

¡Siempre la misma rutina!

Cada uno va a su rollo.

Yo sigo pensando en ti

y así acabo otro día

mirando por la ventana 

que te separa de mí.

 

                 II

Otra vez estoy aquí

sentado sobre la silla,

al lado de la ventana

desde donde veo Sevilla.

La ciudad donde caí

al regresar de Canarias.

¿Por qué tuve que venir

a esta tierra y no me quedé

allí en mi Huelva del alma?

 

Voy a odiarla mientras viva

¡jamás! jamás aquí volveré.

Esto lo juro por Dios,

por mi madre, que creo

que está con Él... ¿con Él?

Ya no creo en ese Dios.

No creo en nada de nada.

¿Por qué tengo que pagar

lo que otro cometió?

Mi mal sólo fue viajar.

 

¡Odio a Sevilla! ¡odio a Dios!

odio al demonio que manda

a gente inocente al infierno

para pagar lo que a él

le viene en ganas.

Ya llevo aquí nueve días,

mi paciencia se me acaba.

Quisiera poder volar

a través de esta ventana

que me separa de ti

e impide verte mi amada.

 

           III

La ventana frente a mí cada noche

cuando me siento a escribir.

Hoy llueve sobre el patio y 

amor, de nuevo pensando en ti.

en todos aquellos ratos

que abrazada a mí pasabas.

En todos aquellos besos

que a escondidas me robabas.

¡Cuánto los echo de menos!

ahora que tú no estás.

¡Cuánto quisiera amor mío!

obtener la libertad

para decirte mirándote

que te amo de verdad...

buscando tus bellos ojos

agarrado a tu cintura

y perdernos en los fondos

en nuestra playa, limpia y pura

de las sábanas que mojo

con mis besos, sobre tu cuerpo

sudoroso de lujuria.

 

¡Cómo te echo de menos

al mirar por la ventana

de esta celda silenciosa

hasta caer la mañana!...

 

... te escribo este momento

que vive mi corazón,

y expreso lo que yo siento

por no tenerte mi amor.

 

Poema 4,5,6 finales de Diciembre de 2015