Hay un negociante que un dinosaurio vende,
pero nadie quiere comprar tan colosal esqueleto,
lo increíble es que se fuera tan allende,
a comprar algo tan grande manteniéndolo en secreto.
Al mismo tiempo de la China milenaria,
llega un mensaje dentro de un juguete,
es de un preso de la clase proletaria,
aherrojado siempre con grilletes.
De nada sirve Confúcio y la filosofía
cuando tantos seres sufren en vida,
y mueren prematuramente.
Vivir así es una permanente agonía,
quien lo ha pasado nunca olvida,
y el pasado siempre es presente.