Boy, pensando con la pluma en la mano
una hoja de cuaderno arrugada,
triste,
tirada en el camino, sucia,
embarrada, por el pasar de la gente
el viento la arrastra por las calles,
el agua corre en sus recuadros que
parece estar llorando.
La miro, la recojo, y veo su contenido,
esta vacía, apenas unas rayas,
que se notan distanciadas, borrosas,
lejanas, parecía una carta,
trate de darle el calor, a orillas de la estufa,
se sintío contenta, feliz, secando y pasando
el frío, que haya afuera estaba sufriendo
y muriendo poco a poco.
Fue creciendo mi afán de saber, de entender
su contenido, de ir mas haya,
de lo que me quería decir,
de sus palabras escritas y que con el tiempo
aun me querían hablar.
Busque mil maneras de entender,
juntando palabras por palabras,
para comprender algo, nada bueno,
oh quizás, algo bueno, no lo se.
Analice un poco la carta, en ella decía,
no me dejes ahora, yo te quiero, te amo,
estoy embarazada de dos meses, alludamé
no quiero estar sola en esto, por favor,
te quiero.
Tome la carta, la lleve asta mi pecho
y me puse a llora junto a ella.
Mire hacia el cielo y le dije a Dios,
por que mi Dios, por que.