Su dulce compañía,
tan sólo un espejismo
una falsa ilusión,
de una mente inocente
que un día soño,
que alguien la amaría.
La falta de sus labios
recorriendo su piel,
y caricias como almíbar
que fingían el querer,
forjaron un témpano
de hielo, en aquel ser
al llegar la despedida.
Ya no existía consuelo,
ni nadie que devolviera
aquella bella sonrisa,
surgiendo sus miedos
virginal pesadilla...que
solo en su mente existía.
Volarán, bellas mariposas
de colores y atractivas
pero nunca encontrará,
la que siempre voló
con él, durante tantos días.
Inocente, siempre creyó
en él, sueños de fantasía.