Hay un momento en la vida
en que tus ojos se nublan,
duele en tu vientre la vida,
y tu corazón se agranda.
Hay un momento en la vida
en que tu amor se derrama
y fluye como agua clara
que se escapa de tu carne.
Hay un momento en la vida
en que tu alma se abre
para entregar una parte
sin esperar que regrese.
Es el momento en tu vida
en que el amor que entregaste
se lleva también tu nombre
y te lo cambia por Madre.