Si fuese Dios, estaría hoy viéndote
desde arriba, o por el costado
y por que no desde adentro
sabiendo qué ves
diciendo las palabras que dices
llevando tus manos, en ademanes
quizá un saludo oportuno, a mi paso.
Si eso pasara, podría ser aire
y volarte los cabellos
incomodarte la falda
en un día calmo.
Si fuese Dios, no pensaría en otra cosa
que en vos, en los labios
y los mil besos que besaría al pasar
qué más habría en el universo mío
que esos soles y esas lunas
tu paso delante de todos
y mi pequeño Dios
que no se atreve a ser viento
en este día calmo de otoño.