El mar se retira de la tranquila playa
y en la arena deja cual pálido testigo
su blanquecina y efímera espuma.
Mirándola es la vida lo que veo:
el amor, las ambiciones y los sueños,
como la espuma muy rápido se esfuman.
El presente ahora mismo ya es pasado;
y si no vives cada instante intensamente
sentirás que solo existes en la ausencia.
Deja que tu alma estremecida brille
por el amor, por la risa o por el canto.
Vivir es compartir tu sol con todos
para que sea la luz que te ilumine.
Disfruta de la vida sus bellezas:
el arrullo de la brisa entre las hojas,
el silencio de los peces en los lagos,
la algarabía de las aves en la tarde
y el latir de un corazón enamorado.
Disfruta cuando el sol baña tu cuerpo,
o la lluvia humedece tus pestañas.
Deja que tu ser exprese plenamente
lo que sientes en el cuerpo y en el alma.
Aprende que el dolor, como una sombra,
se quita con la luz que el alma tiene.
Y olvídate de aquello que lastima.
Recuerda que el presente ya es pasado
y entonces las heridas no son nada
si entiendes que el futuro esta a tu lado.