El color de la felicidad es eterno
pues siempre vive dentro de mí;
lo siento como caricias del cielo,
como una mujer diciéndome sí.
El color de la felicidad es anhelo
de niños corriendo tras volantín
levantando sus alas con esmero
hasta que levanta vuelo por fin.
El color de la felicidad es sueño
donde todos queremos dormir
porque se presenta tan risueño
deseando a su regazo poder ir.
El color de la felicidad nuestro
es, porque nadie lo contradecir
puede: siempre será este reino
dueño del que quiera feliz vivir.
Vive el color de tu felicidad, que
ella, como premio, será parte de ti.