A todas las fuerzas de ocupación
bajo este liderato:
A todos los soldados y oficiales,
reclutas, cuarteleros, partisanos,
quintos, simpatizantes, milicianos,
todo el que pueda darnos una mano,
se ordena de inmediato
que cese la inacción.
Ataquen las defensas.
Acometan con furia los baluartes.
Derriben las murallas.
Salven con salto ecuestre barbacanas.
Sitien la ciudadela.
Acérquense al bastión,
a ese anhelado, ansiado, corazón.
Se los ordena su rey, su capitán.
Ocupen esa amada geografía
que deberá ser mía.
Me va la vida en ello,
ligado estoy con fuego a estos parajes…
Confío en ustedes, que son mis paladines,
confío en su potencia y su coraje.
Mi ejército, mis hijos, mi avanzada:
invadan con porfía
los montes y quebradas,
la vasta geografía,
la arista delicada,
la suave travesía.
Acometan la playa,
¡hoy es el día!
Debemos obtener esta victoria.
Debemos señorear sobre este suelo.
Es el momento de escribir la historia.
A vuestro honor, vuestra lealtad, apelo,
vuestras ansias de gloria.
O su rey ya no tendrá consuelo
sin sus ojos de cielo…
sin su piel terciopelo…
sus labios caramelo…