Fue una ilusión.
Mi hermosa y dulce ilusión,
que me dio energía,
que llenó mi corazón.
Pero como una débil luz,
en la densa niebla de la vida,
comenzó a extinguirse,
poco a poco, hasta consumirse.
Traté de mantenenerla ensendida,
pero las diferencias entre tú y yo
sepultaron y ahogaron
todo rastro de tu amor.
Para mi corazón sin esperanza
fue la más hermosa ilusión.
Mas el espejismo de tu cariño
fue sólo mi ensoñación.