Aquel café
que siempre saborearé
con ese beso robado
sabor a miel
no lo olvidaré.
Café con el mejor sabor
ni agrio ni dulzón
sólo risas,
las risas de los dos,
buena conversación
que nunca llegaba a su fin
sin prisas,sólo dejando el tiempo fluir.
Ese tiempo que fue solo nuestro
el que dura un simple café
se grabó en nuestras vidas
y siempre lo recordaré...