argantonio

El paraíso infantil

Cuando el niño va de guerra en guerra,

una puerta se abre que enseguida se le cierra.

 

Al niño que huye sin rumbo por el desierto,

creemos que está vivo pero ya está casi muerto.

 

Como consuelo les prometemos el cielo,

que es señal de que estamos celebrando el duelo.

 

A otros niños les prometemos un fantástico paraíso,

que no es más que un embaucador hechizo.

 

En el paraíso terrenal disfrutad con toda suerte

de árboles frutales,

niños y niñas morded la granada y a manzana

y curaréis de todos los males.