Nadia Belén Almazán Andrade

Te ofrezco una disculpa...


Te ofrezco una disculpa.
Por fracasar.
O más bien no haber llenado la expectativa que tenías de este humano, que también como tú, está lleno de caos.
Sí, tengo un lado rosa. Y sí, también tengo un lado negro.
Pero, por cuenta cae que aunque este jardín estuvo lleno de espinas, siempre estuvieron las rosas, las ofelias y los girasoles llenos de vida, de alimento y de sol.
Te ofrezco una disculpa... si en algún momento olvidé regarlos y algunas comenzaron a secarse. Tomo mi responsabilidad, ya que no siempre he sido muy constante y olvido algunas cosas.
Quisiera disculparme también por ser un ser magnético, que te atrajo a este río. Un río que al beber de él, era dulce y también en ocasiones era salado.
Quisiera disculparme por no saber decir \"no\". Y permitir.
Siempre supiste que era el defecto más grande que tenía, y lamento incluso que ahora seas tú quien se aproveche de él.
Lamento tu ida y lamento tu regreso.
Imagino que sabes la lucha de el -querer- y -ya no quererlo-.
A ti te quiero. Pero no así. Ya no más.
Entiendo por qué lo haces, y sabes por qué lo haces. Aunque te niegues a la idea de aceptarlo.
Pero la felicidad no se busca, ni es el destino. La felicidad es el camino, está; y uno decide si tomarlo o dejarlo.
Pero tú no sabes decidir. O no quieres.
Te fuerzas demasiado. Y si me equivoco, lo acepto y te ofrezco una disculpa también por eso.
Me disculpo, por que este será (espero), el último texto que va para ti.
Me disculpo, por negarme a otro encuentro sexual. Ya no lo quiero si tu finalidad es meramente carnal. Espero puedas pagarte un buen sexo en alguna zona de la vida galante. (Es más sencillo, también las prostitutas sabemos escuchar.)

Me disculpo si esta despedida te rompe de alguna manera, y me disculpo por todo lo que ha roto en mí.

Me disculpo por hacerte el amor y llorar en tu pecho.

Me disculpo por los besos amielados que no quise dejar de saborear.

Me disculpo por las fantasías creadas... y el tiempo perdido.

Me disculpo por esta noche perdirte que te vayas. Sabes que no suelo hacer este tipo de cosas.

Pero es cansado mirarte con tristeza. Deseando que suceda algo más... que una caricia y una lágrima.

Me disculpo si esta misma noche quemo las cartas, elimino tus canciones y rompo las fotografías.

No quisiera dejar evidencia del amor que te tuve. Del más fuerte que he tenido.

Me disculpo por tatuarme en la piel tus huellas de los dedos. Soy la única que puede verlas.

Y tú.

Ojalá algún día puedas contarme el secreto que tanto guardas, para olvidar con tanta facilidad.

Lo necesito. Créeme. Tal vez lo necesite igual para la próxima vez que me enamore de alguien.

(ya conoces mi forma de amar...)

Me disculpo por fastidiarte con ella. Pero es la única que tengo para dar...

Ojalá que en el camino, encuentres la figura ideal de lo que realmente quieres.

Pero supongo que eso te será un poco complicado. Te recuerdo respondiendo siempre un \"no sé\".

Me disculpo si este texto, te incomoda o lo crees inconforme...

así también estuve la última vez que me buscaste para ser tu paño de lágrimas,

pero no pudo haber más allá, de lo que yo también quería.

Te deseo lo mejor del mundo. Y el amor más grande que puedan darte.

Me disculpo por mi carta...

y me disculpo incluso, por disculparme.