Tengo tanto que decir
pero los nervios ahogan mis palabras,
y el fuego de mi alma lentamente se apaga
por querer cambiar algo que nunca dejé pedir.
Si de mí dependiera
no habría revuelos ni problemas,
pero estas tú que nunca dejas de reprochar
y que haces al amor mil veces rogar.
Tus promesas no me dicen nada,
tus acciones dicen más que tus palabras.
Sé que mientes
cuando dices que me quieres,
No sé que que requieres
para volver a quererme.
¿Por qué volver tediosa la vida?
¿Por qué tanto sufrimiento?
Si eres tan querida
y yo tan desdichado me encuentro.
¿Por qué no brotan las palabras
para terminar este descontento?
Si sé que al verme ya no sientes nada.
De mí no nacerán las ultimas palabras
porque ese poder no se encuentra dentro de mi alma.
Es mas fácil para ti terminar
con esto, porque en lo hondo de tu ser sé que no existen lágrimas.