Tus càlidos brazos ,
que me reciben con intensidad ,
que me hacen brotar las energìas
del sur de mi cintura y las sientes .
Y me dices pareces un muchacho ,
y yo te respondo , te lo debo a ti ,
a tu ternura que me provoca ,
los màs bellos deseos , de sentir
tu piel a totalidad .
Y con una extendida sonrisa ,
me dices nadie nos detiene
a que vivamos y gocemos los
frutos de este amor , que recorre
nuestros sentidos .
Y el momento crece , y el mundo
desaparece , dejàndonos en nuestro
infinito universo de riquezas de emociones .
Y el cielo es nuestro confidente ,
que nos ve llegar a recibir el suspiro
de los dioses , que se gozan del amor .