Elena Casas

EN LA TUMBA DEL POETA DESCONOCIDO

 

Cuentas de cuarzo, ajorcas

y sartales de perlas irisadas.

Alas de mariposa, alas de pájaro

se enterraron allí, junto a su cuerpo,

en un rincón oscuro de la selva,

en un rincón del mundo.

Tus versos

-rojiazules-

 se ocultaron, se ocultan

-lozanos y brillantes-

a las miradas de las multitudes,

a sus tercos oídos,

a sus insoportables carcajadas

Di, ¿para qué nacieron?

Dios lo sabe.