Michurin Vélez

RENACER DE LA ESPERANZA

 

 

La ilusión, nombre dado a la esperanza,

anhela ser la verdad de nuestra dicha;

mientras la naturaleza muere a latido lento

perduran los hombres con sus sueños

< entre sombras luminosas y difusas >

caminando entre nubes de tormenta

 

Las ciudades se desmembran en arrabales

distantes de la estepa palpitante

 

Las precarias casas viejas,

asfixiadas por los tótems de cemento,

pretenden pintar un paisaje de acuarela

donde los colores se cubren de ceniza

ante los ojos de esperanza abierta

 

En el tiempo son demasiadas las cosas

que arrancan los sentidos de los anhelos

/ la penumbra viene lenta

rodando por una mansa ladera

queriendo convertirse en realidad perpetua /

 

La humanidad no tiene rostro,

el hombre ya no es el mismo que fue en los siglos,

las calles son otras, los deseos son otros

no hay notas en las melodías

ni letras en las declamaciones

 

El asombro se ha extraviado en el exilio,

el crimen insolente ya no nos aterroriza,

las cabezas atisban el mundo circundante

- pasivas e inconmovibles -

ante las bandadas de pájaros en fuga

 

De las raíces que alimentan la tierra

quedan pocas en la memoria,

la historia convertida en fábula pretérita

sin descendencia y los genes calcinados

 

De todos los puntos cardinales

confluyen senderos de palabras nuevas

colgadas de los gritos de las horas

y de los días sin nombre

 

Tras los ventanales, ojos de sol y luna llena

aguardan impacientes el fulgor del día nuevo

para sembrar sobre el suelo partido

las semillas de la esperanza renacida