Guillermo Contento

Después del tiempo

Desperté en la madrugada,

 y a mi lado ya no estabas.

Me asomé por la ventana:

todo oscuro y de vos... nada.

Abrí y busqué en los cajones:

sólo había algunas fotos,

perdidas como recuerdos

después de un gran terremoto.

Te busqué en el espejo,

como te encontraba siempre

reflejada en mi sonrisa

o en mis ojos dibujada.

Pero sólo encontré el tiempo

que  me miraba  de frente

con su cabello entrecano

y  los ojos apagados,

entre surcos muy profundos

y mueca de acongojado