Bambú

TENER UN DÍA LOCO

Érase una vez un pez que no sabía nadar pero era insustituible para un tiburón...
Hoy quiero creer en leones sin dientes, buitres sin garras, toros sin cuernos y pulpos que sonríen... hoy les quito las armas; no quiero dientes, ni garras, ni cuernos, ni mal humor en las caras...
Quiero cocinar a fuego lento las noches amargas de la humanidad y convertirlas en mermelada, confitar lunas de sangre en dulce almíbar de caña y prenderlas del cielo, goteando melaza sobre esta Tierra hastiada... y en la rosada mañana, quiero un despertar lento, sin prisas, con calma... sin miedos; quiero que amanezca lloviendo... una suave lluvia de besos empapando las miradas.
No quiero iras a contrapelo, ni nervios, ni rabia, ni siquiera sonrisas de escaparate. Solo quiero corazones de coco, sangre de chocolate, palabras de bizcocho...
¡Un día loco!