Si tuviera las alas para volar el cielo y alcanzarte
Seguiría, sin pensarlo, el hilo rojo del destino
Cruzaría todos los océanos los valles y los ríos
Pero sólo tengo pies y me pesan como piedras
Apenas puedo dar pasos pequeños y arrastrados
Cargo en mi espalda la historia de todos mis ancestros
Tengo tan pocas libertades que apenas me muevo
Solo cuando duermo te encuentro en mis sueños
Y vuelo como un pájaro y nado como un pez
Soy liviana y veloz y en un suspiro estoy allí
Entre las olas del mar y las terrazas del cielo
Con el corazón apretado galopante y febril
Y cuando te alcanzo y te beso: despierto
con el hilo rojo del destino enredado en el cuello