Jana-Maia

Cama solitaria

Vasto oceáno de calma,

Mar de eterna doledad,

Refugio de mi recluida alma,

Desde donde veo el mundo pasar

En caravanas de nubes esmeralda.

 

Lugar de descanso y pasión,

Campo de lavanda y canela,

Imagino a mi tierno amor

Enredado entre la tibia tela,

Sobre el placentero colchón.

 

Pero este nido confortante

Es un nido sin amor.

Solo en él yace mi cuerpo,

Añorando algún pasional encuentro,

Lleno de penas, sueños e ilusión.

 

Cálido y suave cobertor,

Lecho de colchones ajenos,

Que en otros tiempos viste la pasión,

Ahora sólo arropas desvelos

Y tristes sueños sin amor.

 

Desierto de suaves sábanas,

Sábanas prestadas,

Sábanas nuevas, sábanas usadas.

Es tu evoluvión

Cama solitaria.

 

Antes de mis padres, ahora mía es.

La que guardara sus amores,

Quisiera cobijar amor otra vez.

Mas ahora ampara mis penas y sinsabores

Y mis amargas esperanzas no dejas ver.

 

Cómo quisiera estar aquí,

Junto a quien despierta mis pasiones,

Y en una entrega de desenfreno y gentileza

Compartiendo la tibieza

De nuestros cuerpos y sudores.

 

Pero ya no eres un lecho de amor.

Ya no guardas secretos de pasión.

Ya no más excitantes encuentros.

Sola te has quedado en el tiempo,

Conmigo sumergida entre tu cobertor.

 

Compasivos edredones,

Reciben tus blandos almohadones

Mis salados recuerdos con bondad,

Que gota a gota ahondan este lóbrego

Mar de resignación y castidad.