Ante este ejército
De cuerpos reciclados
Que no oye
Ni mira
Ni siente nada.
Ante esta timidez
Escoriosa
Lúgubre
Y senil.
Ante la mirada pobre
De los sin llanto
Sin latido
De los enfermos de tiempo
Muñecos de la realidad.
Ante este viento huracanado
De inseguridades paulatinas
Yo me planto
Botas de acero
Y grito
Mi “te quiero”
Como bandera
De libertad.