zaira Nadin

EL

Se desliza por la vida , con paso firme

sonrisa amplia y sincera.

Vuela cuando los nombra, se acercan a el mil angeles

y el elige el mio, tan humilde risueño y cariñoso,

El que desde su nacimiento goza del privilegio de los cielos;

es mi honor y no al reves.

Me enternece sentirlo compañero, ora risa, otrora vivo fuego.

Me sonroja su mirada, me apabulla su sabiduria;

es semilla gestando ante la vida, es abrazo de su arbol compañero.

Lo contemplo emocionada vistiendo a sus pequeños

yo que padeci la ausencia repetida de mi padre,

me vuelvo lágrima admirada de su amor,

de su esmero en cada gesto enseñando,

abrazando, marcando limite con el dolor reflejado en su mirada.

Porque duele muy adentro en lo profundo, ser la valla que sujeta rebeldias.

Se acerca, murmura que me ama y soy lava buscando desbordar,

soy quimera, odisea,

soy el puerto donde habita su querer.

Tan pequeña como grano de arena yo me siento,

tan gigante entre sus brazos yo me vuelvo.