Hay tiempo en el tiempo,
el final, es algo trágico,
le quise queriendo y fuera algo
con los besos y los actos,
le bese en barcos escarbando faros
hasta divisar marítimos huecos,
invente en las velas
su palabra de viento,
cada pez descendió
hasta desaparecer de las superficies
dejándome de mi tan lejos,
la última luz esa noche vino a buscarnos,
para perdernos en la ceguera del venidero,
sobre imposibles futuros
mecidos en el vaivén de la pena,
presurosa y profunda de azul cristalino,
junto alas de arenas rotas
han de levantarse olas de espumas constantes,
donde su ausencia se ahogará todas las tardes.