Carlos Justino Caballero

SAVIA

 

Es virtud de la savia

llegar con su fluido de vida

a los márgenes extremos,

desde la raíz profunda

de la tierra.

Y de las olas, que llegan a la playa

desmayadas, pero llegan,

no sé desde dónde,

con su legado de arena

de diminuta presencia

inerte, pero viva.

 

Y es virtud en el hombre

reconocer en la penumbra

de la raíz el germen de la vida,

de vida común, de vida simple,

hálito del alma.

Virtud también es ser valiente,

como es valiente la flor

que en un desierto,

se desentiende de saber para quién vive

porque vive para sí y para alguien

que quiera sentirla...

 

 

De mi libro “Soles y de escarchas“. 2004  ISBN 987-9415-17-5