Te ví pasar
y algo dentro de mí
inquietó mi día.
Era la primera vez
que te observaba,
para tí no pasé desapercibida,
por que regresaste a los pocos minutos.
Sentí tu aroma,miré tus manos,
tu cuerpo me estremeció...
cuando miré tus ojos,me desplomé,
no pudé más que sonreirte.
Al corresponderme,me ví en tí,
llegaron solo imágenes bellas...
estar contigo en la intimidad,
sería un delirio...una debilidad...
Al poco rato,ya estabamos platicando,
no sé en que momento lo empezamos a hacer,
yo ya te tenía desnudo en mi mente,
hablabas creo de tus inquietudes...
yo ya conocía tus secretos,
ya había saboreado tu piel,
tus tibios besos,ya habían recorrido mi cuerpo,
te apretaba tan fuerte,te poseía,
y tú...solo me platicabas,
de mil cosas que ahora no recuerdo.
Al cruzar nuestras miradas,
me descubriste,viste en mi,
cierta turbación,
no pudé contenerme,
una palabra al fin me salió...
-Pruébame...pero que atrevida me sentí,
quería solo salir corriendo de ahí,
cuando a mí llegó la lucidez,
ya me llevabas prendida a tí.
¿Qué te puedo platicar?
nunca sentí ese sexo animal,
me hiciste tuya sin ningún plan,
tan solo sé que me hiciste volar.
En tus ojos me miré,
entre jadeos, te pregunté...
-¿cómo te llamas? aún no lo sé..
-que importa ahora,no vuelvas atrás.
Si ya de tus besos,me embriagué,
tus manos fuertes prendieron mi ser,
llegando al climax,de tí me solté
y un gran silencio apareció.
No pensé mas que en mirar el reloj,
el tiempo volando se nos fue,
salí corriendo sin preguntar,
solo tu rostro quisé guardar.
Nunca te volví a encontrar,
ni siquiera tu nombre
hoy puedo recordar.
Me miré en tus ojos...
eso lo sé...
y ahora tus ojos
no puedo olvidar.
YOLANDA BARRY.