Noche de copas.
Pueblo de pescadores asomado a la costa dálmata.
Pedro, de blanco, llega acompañado de Daniela, de
negro, a la pasarela de un pequeño yate que duerme
en el puerto deportivo.
Cruzan sedientos todos los preámbulos hasta el frío
lecho.
Ha sido una velada muy divertida (como en las pelis)
Pedro, ¿No quieres quedarte un rato más Daniela?
no, será mejor que vuelva.
pero ¿A dónde vas a volver si tus padres están en
Sevilla?
A la fiesta Pedro. He dejado allí mi sentido común.