David Pineda

Inefable

Es un continuo soñar sin dormir,

un susurro permanente impedido,

es morir sin siquiera estar herido, 

vidas de ensueño que no son vivir.

Es caminar y no tocar el suelo,

un miedo que nos hace ser osado,

es dolor que oprime y deja calmado,

dos rubíes que hastiaba y ahora anhelo.

Es agonía del aquel cohibido,

infiernos que vivamente yaciste,

un contingente adiós, perenne y añejo.

Del mundo hace sencillo, un todo unido,

y tan contrario es, que singular viste, 

aún siendo de orígenes complejo.