Y la criatura nació
en un lindo cesto de paja.
Rodeado de verdes pinos,
vaquillas y cabras.
Suena, el frío vientecíllo
con sus silbidos, y canto
en esta noche decrépita
al ver al niño mamándo.
Y, toda la campiña queda
silenciosa al oír el suceso,
pues ha nacido el niño Dios
un día frío de invierno.
La noche llegó con bravúra,
bondadosa en Navidad.
Los Reyes le traen al niño,
¡oro, incienso y, mirra!
Cargados de paz.
Autora
María Luisa