Pablo R.

EFÍMERA MARIPOSA

 

Nuestro amor duró lo mismo
que viven las mariposas
apenas unas semanas
que para mí fueron hermosas
intensamente vividas
con delirios y pasiones
donde no importó más nada
sólo nuestros sueños e ilusiones.

Desplegamos nuestras alas
contra la lluvia y el viento
dejando volar el alma
hacia el puro sentimiento
intercambiando caricias
abrazos y besos
enredando nuestros cuerpos
con impúdico embeleso
como danzan las mariposas
en su vuelo ritual
haciendo figuras en el aire
con pericia sin igual.

Pero volé demasiado alto
hasta terminar con mis alas quemadas
con los sueños e ilusiones
por el suelo destrozadas
pero tú saliste indemne
y continuaste con tu vuelo
mientras yo quedé mirando
como te perdías en el cielo
llevándote mi alma
contigo a otras partes
y dejándome un corazón roto
que no deja de amarte…

-. Par