Qué triste realidad la que vivimos.
La del amor que en ti quiere y no dejas
expresarse; la de mi amor que sufre
y se marchita, al no poder brindarse.
Que triste realidad la de los dos ...
Tu amor muriendo por negarlo;
y mi amor que muere por descuido.
Tu y yo, unidos y distantes,
dejando que pase nuestra vida.
Qué triste realidad la de mañana ...
Mirándonos de frente, y a los ojos,
sepamos que fuimos tan cobardes
que no buscamos luchar por lo querido ...
y para empezar de nuevo sea tarde.