Dejo estos versos a quién posea una llave.
Entrego su contenido de residencia transitada
a quién sostenga candados sin condiciones.
Deposité en ellos la sustancia de mis rios,
todas sus broncas aguas, piedras golpeadas
en la intención de que la suma sea solo uno.
Dejo en ellos noches y claridades como calendarios.
Bosques abiertos, sucedidos o destruyéndose,
espacios espaciosos, desolados, largas heridas.
Le doy la sinceridad profunda de mis pozos.
El mapa y su geografia minera le doy.
Minerales sustraidos a cielo abierto le entrego,
de forma espesa o en largos goterones.