LeAnDro silencio es salud en soledad

Noche perdida...

Al despertar cada noche, suena en mi cabeza las mismas palabras que me acechan hace años.
-Quizá la próxima vez que nos veamos, yo este caminado hacia el cielo, y tu hacia el infierno.

Voy caminando por los lugares oscuros de la noche, sin ver la luz del sol hace rato, los malos tragos se sirven una ronda más.

Amores baratos que usan perfumes caros, polvos dorados sobre la tez blanca de aquella hermosa morena.

No recuerdo el nombre de la belleza, pero escuche en su canción el respirar del anhelo de la libertad en tiempos difíciles de superar.

El alivio de su desnudez calma por un instante mi sed, pero esta boca seca no se sacia con un cielo de tan pocas estrellas.

Escapo antes de que salga el sol, y de un golpe caigo en mi cama con esperanzas de lo que deseo salga distinto a lo que pienso y diferente a lo que termino haciendo.

Cae otra noche y el negocio no se maneja solo, preso, camino por el mismo callejón, nuevas caras, nuevos clientes por complacer.

Todo está casi igual de siempre, trago en mano, cuarto del fondo, se cierra la puerta, y con su voz quebrada me dice, -Elijo mi libertad, y tú te vas al infierno.