Firmes como los mástiles
que entre sus brazos
sujetan
toda la fuerza del viento…
Tus manos
Juguetonas de mis caricias
se esconden
como las caracolas que dentro
de su vientre
guardan toda la risa del mar
y el beso
de un marinero herido
por la nostalgia
de un amor que llorando
quedo tirado
en una esquina del tiempo.
Esbeltas como los pinos
que alineados en luctuosos
senderos
besan el vientre oscuro
de las nubes…
Tus nalgas juguetonas
de mis caricias se esconden
y el viento riendo pasa…