La tristeza me arranca el corazón,
y lo esparce en mil trozos por mi alma.
Me anula la razón y la envenena,
dejando sin respuesta a mis entrañas.
La tristeza invade mi interior
lo pervierte, sin pausa, sin reparos.
Vacía las reservas de alegría,
y mata lentamente la esperanza.
Los sueños se deshacen en sus manos;
y el brillo de los bellos sentimientos
se opaca atenazado por sus garras.
La tristeza me ahoga y me desangra
por la injusta soledad de la mentira