Sin desmerecerlo acabo con esta
Impugnable rutina de inventarte
De recordar tus dedos
Entre mis sueños
Y ahora empiezo sin sentido
sentir a quemarropa tu respiración
humedecer traspasando el revés de tu vestido
Agitar entre tus labios
el dulce aroma de la soledad
Que va desapareciendo
Así como tu ropa