Si fuese el día de ayer, o el día hoy,
confín del día, del último día,
silencios abrirían mi memoria
dejando que el recuerdo sea historia.
Que una sutil atmósfera vislumbre
el mundo imaginario en el que habito,
tallando en azurita las figuras
de las noches que inspiran y me asombran.
Mas cuando el día se degrade en noche
y ciegue mis perfiles insensatos,
serán los escenarios de añoranzas
lúdicas e inherentes las vivencias.
Cuando mi viento quede a la deriva
esparciré mi amor a los que yo amo,
y siempre como esencia de este todo
me voy dándole gracias a la vida.
Hugo Blair M.
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