La más bella flor
Cortada del jardín de Dios
Destila el más puro amor
Que no merezco yo
Mi madre, la más bella
La más hermosa de las estrellas
Con sus palabras, con su mirada, con su sonrisa
Va caminando dejando huellas.
Luchadora,
Apartando las piedras de mí camino
Abrazo de hierro con escudo protector
Mi madre guerrera no se rinde al dolor.
A la vez tan frágil como el pétalo de una flor
Con el amor más transparente
Y admirable paciencia
Toma mi mano
Me guía por este oscuro camino
Iluminándolo con su eterna luz.
Mi ejemplo de vida
En ti he conocido la fe
En ti, los miedos son de fantasía
Mi madre querida, mi madre de amor.
(B.R.)