Tal vez el tiempo
no ayuda a sanar las heridas
más bien se empecina en recordarlas.
Las huellas del suicidio
recorren mis muñecas
dando un grito desesperado de soledad.
Apunto mis sueños imposibles
así como un suicida sin motivos.
Me siento,
tan destrozada por dentro
con una sonrisa fingida por fuera.
Esa es mi vida,
un calvario sin rumbo.