Hoy al llamarme se te escapó
un tímido suspiro
que estaba oculto entre tus labios
con su nombre
grabado en una cruz de nostalgias.
Un suspiro envuelto en un verde
manto
de olivar fecundo
símbolo del salvador de la patria
y de una etapa represiva
donde el miedo se ahogaba
lentamente
en la garganta de un pueblo
condenado al hambre y la miseria.
Hoy al llamarme se te escapó
un tímido suspiro…
Que llenó de rabia y tristeza
todos
los rincones de mi roto corazón.