Los búhos bailan el vals en la alfombra de la noche, celebran 15 cortometrajes de los momentos contigo en mi mente; las chicharras hacen parte de la banda sinfónica que compone una nueva melodía con los suspiros que se han desprendido del alma cada vez que te miraba; las luciérnagas bailan ballet sobre la chimenea que quema los leños secos, mientras yo bebo una buena copa de vino celebrando que aún sigo mirando telescópicamente las estrellas de tus ojos y la constelación de tu sonrisa... Esta noche dejaré el vino a un lado y me embriagare en el alcohol de tus besos, bailaré el vals con tus labios, compondre sinfonías entre sollozos y murmullos, y, lograré que nuestras miradas bailen ballet, mientras nuestro cuerpo arde como la chimenea que no se quiere apagar. Lord Vanvle