Alejandra Galeano Valencia

Solo se necesita el deseo

Se le hacía un hoyuelo en un cachete si reía,

su cara mostraba la verdad únicamente en el instante en que tenía sus manos sobre mi cintura.

Entendí, además de que toda experiencia es conocimiento, que para que el ser humano considere algo verdadero,

solo necesita el deseo.

 

Lo juzgué, pero ahora entiendo,

no por él, sino por mí,

que el hecho debía basarse en sí mismo,

en el instante.

En eso consiste nuestra limitada libertad.

¿Por qué?

Porque sí, porque quiero.

Y aunque con sus mentiras, él se mentía,

yo lo viví.

Viví el verano en su cabello,

Y el otoño en sus pecas.